miércoles, 5 de diciembre de 2012

Exceso de vida: Juan Antonio González

 Desde que te conozco tengo en cuenta la muerte.

Pero lo que presiento no se parece en nada
a la común tristeza. Más bien es certidumbre
de la totalidad de mis días en este 
mundo donde he podido encontrarme contigo.

De pronto tengo toda la impaciencia de todos
los que amaron y aman, la urgencia incompartible
de los enamorados. No quiero geografía
sino amor, es lo único que mi corazón sabe.
En mi vida no cabe este exceso de vida.

Mejor, si te dijera que medito las cosas
(fronteras y distancias) en los términos propios
de la resurrección, cuando nos alzaremos 
sobre las coordenadas de tiempo y el espacio,
independientemente del mar que nos separa.

Sueño con el momento perfecto del abrazo
sin prisa, de los besos que quedaron sin darse.
Sueño con que tu cuerpo vive junto a mi cuerpo
                                                y espero la mañana en la que no habrá límites. 


 Poema de JUAN ANTONIO GONZÁLEZ



lunes, 3 de diciembre de 2012

Olor a Navidad

¡Ya huele a Navidad! Los escaparates de los comercios vuelven a rebosar de bolas, guirnaldas, cajas de cartón vacías y ornamentadas con papeles lujosos y, si hay suerte, árboles de plástico y de ramas pochas por no ver la luz más que veinte días al año. Este es el panorama que está hilvanando la llegada de la navidad. 

Cada tarde las luces nos vuelven a deleitar al recrear las distintas imágenes que, a pesar de todo, poco navideñas son. Más bien diría que su origen yace en el consumismo. Esa palabra tan usada, pero que a su vez, es un demonio personificado. No obstante, hoy día es el aposento de la Navidad, la esfinge que se erige  como símbolo del espíritu tan familiar como hogareño que caracteriza esta festividad. Consumismo, sinónimo de Navidad. 

Bajo este telón de fondo yace otro tipo de consumismo, aunque ajeno a las grandes firmas. Un comercio simplista y fundamentalmente artesano. Se trata del mercado navideño. En el caso de Barcelona, la feria de Santa Llúcia, un espacio donde el producto "casolà" opone resistencia a las producciones industriales con sede en el drágon asiático. Un año más, la plaza de la catedral vuelve a ser conquistada por cientos de paradas de estanterías repletas de artilugios navideños. Portales, ríos, animales, pastores, muérdago, bolas de navidad, estrellas, casitas, montañas, reyes magos e incluso políticos contemporáneos como Ángela Merkel son algunos de los productos que esperan nuevos dueños.

Parece mentira cómo cambia el paisaje de un día para otro. Ayer, todo era Halloween; Hoy, San Francisco Javier y en pocos días Navidad. La alegría en las calles vuelve a pasear.