miércoles, 12 de octubre de 2016

Puede

Puede que el olvido sea el último aleteo de nuestro amor, pero me alegra saber que sigo queriéndote aunque sea de esta manera.

viernes, 9 de septiembre de 2016

Quedó claro

Creo que ya ha quedado claro...Que lo nuestro es otra manera de ejercer la función pública, y quizá la más correcta hoy día. A la mierda la corrupción y esos comportamientos por los que fallece la bondad de nuestra población. Al carajo este sistema en el que vencen los malos. A partir de ahora confiemos en nuestra manera de ejercer la función pública. Ha llegado el momento de dar presunción de verdad, de dar fe que el amor existe tanto en la calle como lo hace en nuestros besos, de que la corrupción solo es un arma bonita cuando se habla de amor, es decir, cuando nos corrompemos sobre las sábanas de nuestro nido y ya no existe firmamento ni espacio más acogedor que ese: el de sentirnos todo aquello que siempre quisimos ser.

martes, 5 de abril de 2016

Vidas. A veces, naufragios; otras, kilómetros.

 Vidas. A veces, naufragios; otras, kilómetros. Puede que el arrepentimiento no siempre sea la puerta más bonita, pero sí la mejor salida. Es posible que nunca nos topemos con la repuesta sobre por qué el desamor es la herida indeseada, aquella que en la mayor parte de los casos si cierra es por causa del olvido, no obstante, es probable que el tiempo sea el único maestro capaz de curtirnos por completo del arte que poseen los desaciertos. Y nos mintieron. Sí, nos mintieron al decirnos que el llanto era la excusa del cobarde y del perdedor, pues la vida es ese fluir que si hoy es cierto mañana no lo es. Mira, no sé si llegaremos a conocernos en un futuro, pero lo que sí que tengo claro es que llorar es ese cuento en el que adultos, ancianos, hombres, mujeres, niños y niñas se dan la mano y gritan: qué triste sinfonía esta de estar tan cerca y sentirnos tan lejanos, tan extraños.